Las Machis en la Provincia
Quisiéramos destacar que según lo percibido a través del trabajo de campo, todas las ceremonias en que participa la machi tienen una connotación terapéutica. Los sentimientos de devoción, respeto, ternura y nostalgia que provoca la mera enunciación de su rol, nos ha dado cuenta de que la profunda (a veces recuperada) valoración que se hace de ella perdura, a pesar de las influencias religiosas occidentales que no han sido para nada misericordiosas con la machi como persona ni como ente cultural, sino que han llamado a negarla como icono religioso y a abandonar sus prácticas, las cuales no estarían en la senda que conduce al dios verdadero. Habría que sumarle a estos intentos de represión cultural, los procesos de secularización y de chilenización que afectan a esta cultura.
Recalcamos entonces que en todos los lugares visitados para la realización de este estudio percibimos un alto grado de admiración por las machi, su rol y función de algo que se debe entender como “una madre colectiva”, a quien sus hijos no le están cumpliendo como debieran. Y en aquellos lugares donde hoy no hay presencia de machi, se percibe un sentimiento de frustración y lamento por su ausencia. Es obvio que ciertas personas también se encuentran en una especie de divagación cultural, desde la que describen a la machi como a algo perteneciente a un pasado remoto que no tiene cabida en los tiempos modernos en que vivimos. Pero advertimos que se trata de posiciones bastante superficiales y que la mayoría de las veces se termina por admitir su importancia para la supervivencia de la cultura y del sentimiento de orfandad comunitaria que se percibe con su ausencia.
Recalcamos entonces que en todos los lugares visitados para la realización de este estudio percibimos un alto grado de admiración por las machi, su rol y función de algo que se debe entender como “una madre colectiva”, a quien sus hijos no le están cumpliendo como debieran. Y en aquellos lugares donde hoy no hay presencia de machi, se percibe un sentimiento de frustración y lamento por su ausencia. Es obvio que ciertas personas también se encuentran en una especie de divagación cultural, desde la que describen a la machi como a algo perteneciente a un pasado remoto que no tiene cabida en los tiempos modernos en que vivimos. Pero advertimos que se trata de posiciones bastante superficiales y que la mayoría de las veces se termina por admitir su importancia para la supervivencia de la cultura y del sentimiento de orfandad comunitaria que se percibe con su ausencia.
Plantación Forestal en Propiedad de Isabel Huenuan
Una Machi entre los pinos
Nos parece importante destacar la situación en que vive la machi Isabel Huenuan Antili (87 años) de Cayucupil, dado que su morada está copiosamente rodeada de plantación de pinos pertenecientes a una empresa forestal. Asevera que a pesar de haber dado una fuerte lucha por preservar su derecho a la tierra, la empresa fue avanzando con su plantación hasta dejarla con limitado espacio, dado que los pinos de la parte posterior de su casa no están a más de 10 mts. y los de adelante se sitúan a sólo unos 40 mts. Estos, con su altura de unos 10 mts. limitan el desarrollo de la actividad médico-espiritual que a este agente de salud mapuche le concierne, y además hace imposible la revitalización de los procesos médicos y culturales que se pretenden poner en marcha en base a un nuevo modelo de Salud Intercultural.
Destacamos la pregunta acerca de cual de las dos propiedades habrá estado en ese lugar primero. Además que tratándose del desarrollo de condiciones que faciliten un futuro modelo de Salud Intercultural, creemos que no es el mejor lenguaje el que se usa a la hora de la posesión de la tierra y su utilización, lo que en este caso pasa por el atropello de una autoridad de salud de la cultura mapuche, su forma de vida y toda su cosmovisión.
Hay que pensar que los rasgos de la cultura mapuche a la que asistimos hoy como observadores, son sólo aspectos de lo que se ha logrado colar a través del gran filtro impuesto por la cultura occidental, de la mano de las diversas respuestas que sus mismos integrantes han sido capaces de ir generando a través de las décadas. En ningún caso se trata de una sociedad cuya matriz de conocimiento se pueda desplegar libremente en la sociedad mayoritaria, o que sus componentes culturales, agentes, rituales y participantes, estén evolucionando en condiciones óptimas respondiendo coherentemente a sus pautas tradicionales. Se debe asumir que lo que tenemos aquí, son los rasgos más importantes de comportamiento preservados por una sociedad, cuyo espacio no fuera otro que el de campesinos pobres, explotados y atropellados, luego del proceso llamado en la Historia como la “Pacificación de la Araucanía”, (1860–1883).
Nos parece importante destacar la situación en que vive la machi Isabel Huenuan Antili (87 años) de Cayucupil, dado que su morada está copiosamente rodeada de plantación de pinos pertenecientes a una empresa forestal. Asevera que a pesar de haber dado una fuerte lucha por preservar su derecho a la tierra, la empresa fue avanzando con su plantación hasta dejarla con limitado espacio, dado que los pinos de la parte posterior de su casa no están a más de 10 mts. y los de adelante se sitúan a sólo unos 40 mts. Estos, con su altura de unos 10 mts. limitan el desarrollo de la actividad médico-espiritual que a este agente de salud mapuche le concierne, y además hace imposible la revitalización de los procesos médicos y culturales que se pretenden poner en marcha en base a un nuevo modelo de Salud Intercultural.
Destacamos la pregunta acerca de cual de las dos propiedades habrá estado en ese lugar primero. Además que tratándose del desarrollo de condiciones que faciliten un futuro modelo de Salud Intercultural, creemos que no es el mejor lenguaje el que se usa a la hora de la posesión de la tierra y su utilización, lo que en este caso pasa por el atropello de una autoridad de salud de la cultura mapuche, su forma de vida y toda su cosmovisión.
Hay que pensar que los rasgos de la cultura mapuche a la que asistimos hoy como observadores, son sólo aspectos de lo que se ha logrado colar a través del gran filtro impuesto por la cultura occidental, de la mano de las diversas respuestas que sus mismos integrantes han sido capaces de ir generando a través de las décadas. En ningún caso se trata de una sociedad cuya matriz de conocimiento se pueda desplegar libremente en la sociedad mayoritaria, o que sus componentes culturales, agentes, rituales y participantes, estén evolucionando en condiciones óptimas respondiendo coherentemente a sus pautas tradicionales. Se debe asumir que lo que tenemos aquí, son los rasgos más importantes de comportamiento preservados por una sociedad, cuyo espacio no fuera otro que el de campesinos pobres, explotados y atropellados, luego del proceso llamado en la Historia como la “Pacificación de la Araucanía”, (1860–1883).
Extractos: Programa Orígenes
4 comentarios:
LOS FELICITO POR PROCUPARCE POR LA CULTURA MAPUCHE,MUY BUENA IDEA DEL BLOG PARA Q, SE DE A CONOCER LAS TRADICIONES DE NUESTRO HERMOSO CAYUCUPIL.A LA VEZ QUERIA CORREGIR EL NOMBRE DE LA MACHI ES ISABEL HUENUÀN ANTILÍ DE EDAD 91.
MUCHA SUERTE .
J.O.
ME DA MUCHO GUSTO ESCUCHAR MI APELLIDO USADO POR OTRA PERSONA QUE NO VIVE NI EN MI CONTINENTE NI ES MI FAMILIAR
mi nombre es roxana, nieta de la machi Isabel Huenuan Antili.Quiro agradeser en nombre de toda la familia por el reconocimiento a nuestra querida abuela isabel y a la vez corregirles el nombre erroneo que mensionan en su publicacion. muchas gracias.
Roxana donde puedo ubicar a tu abuela creo que ella es quien me puede ayudar
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