La Cordillera de Nahuelbuta (costa de las regiones del Biobío y Araucanía), es el hábitat de un conjunto de especies de anfibios con problemas de conservación, tales como Telmatobufo bullocki, Eupsophus nahuelbutensis, Eupsophus contulmoensis, Alsodes barrioi, Rhinoderma darwinii, Caliptocephalella gayi, Alsodes vanzolinii, Hylorina sylvatica y Rhinoderma rufum esta última se considera extinta en Chile. De ellas, Telmatobufo bullocki, Eupsophus nahuelbutensis, Eupsophus contulmoensis y Alsodes barrioi son endémicas de la cordillera de Nahuelbuta.
Estas especies son propias de áreas asociadas a ambientes de bosque antiguo, prístinos y muy húmedos. Sin embargo, recientemente se han reportado algunos registros asociados a plantaciones forestales (Eupsophus nahuelbutensis, Eupsophus contulmoensis y Telmatobufo bullocki). Alsodes barrioi, Eupsophus nahuelbutensis, Eupsophus contulmoensis y Rhinoderma darwinii se encuentran representadas en áreas protegidas por el SNASPE (Monumento Natural Contulmo y Parque Nacional Nahuelbuta). Sin embargo, la situación es crítica en el caso de la especie Telmatobufo bullocki considerada en Peligro Critico por IUCN y Alsodes vanzolinii que no están representadas en área protegidas y que son especies de difícil de detección.
El valle de Elicura se ubica en el extremo sur de la región del Biobío, a unos 8 km de Contulmo y 25 Km de Cañete y posee dos importantes afluentes el Calebu y el río Elicura que desembocan en el Lago Lanalhue.
Desde hace 6 años, un grupo de herpetólogos ha estado trabajando en la zona de Nahuelbuta, incluido el sector de Elicura, realizando un catastro de herpetozoos (Johara Bourke, Camila Castro, Felipe Rabanal, Edgardo Flores, Andrés Charrier, Bernardo Segura, Juan Carlos Ortiz, Claudio Soto y Virginia Moreno). A la fecha, en los ríos Elicura y Calebu, así como en los parches adyacentes tanto de bosque nativo y plantaciones, se ha documentado la presencia de al menos siete especies.
Históricamente la cordillera de Nahuelbuta se ha visto altamente degrada por la agricultura y más recientemente en los últimos 25 años por la industria forestal. A esto se debe agregar una nueva amenaza representada por centrales de paso en las principales cuencas de la región (Butamalal, Cayucupil, Picoiquen y hoy Elicura). Lo lamentable de esta situación, es la falta de estudios serios sobre la evaluación del impacto de estos proyectos en los anfibios del sector. En efecto, en dos de estos sitios (Cayucupil y Picoiquen), donde está descrito Telmatobufo bullocki, existen proyectos hidroeléctricos que cuentan con Resolución de calificación ambiental.
Telmatobufo bullocki también está presente en la zona de Elicura y allí su reproducción depende completamente de las aguas del río, ya que las posturas de los huevos y el desarrollo de las larvas se realiza en aguas limpias sin sedimentación. La instalación de esta central de paso en la zona representa una seria amenaza para la especie.
Es de gran preocupación, que los proyectos hidroeléctricos que se pretenden implementar en Elicura (mini centrales hidroeléctricas de pasada menores a 3 MW), puedan ser aprobados solo con una solicitud de pertinencia (ni siquiera se les solicita una Declaración de Impacto Ambiental).
Ello agrava la situación y sin duda puede repetirse en otros sitios de características similares, al ser una forma de “sortear” las dificultades que el SEIA genera a este tipo de proyectos en sitios con presencia de especies amenazadas.
Finalmente, resulta a lo menos contradictorio que por un lado se apruebe un proyecto denominado “Programa de Recuperación de Servicios ambientales de los ecosistemas lacustres de la provincia de Arauco” (con un inversión de más de 4.000 millones de pesos), que tiene como foco principal el lago Lanalhue, con acciones directas sobre sus tributarios (Río Calebu y Elicura, más el estero el Peral), donde se consideran implementar acciones de restauración y protección de estos cuerpos de agua, así como acciones para reducir el nivel de amenaza de la flora y fauna; y que por otro lado en los mismos sitios se ingresan estas Minicentrales hidroeléctricas (Calebu y Elicura).
Por ello, proponemos con urgencia:
- Fortalecer la protección del patrimonio natural existente en el lugar.
- Generar una instancia de trabajo inclusiva destinadas revisar y modificar estos aspecto de la legislación que posibilita, pese a la existencia de especies amenazadas, la implementación de proyectos considerados en el papel como “de bajo impacto”.
- Garantizar el principio de precaución ante la posible afectación de especies amenazadas, por cualquier tipo de proyecto, en este caso y en otros.
- Generar capacidades instaladas a escala local, con la finalidad de avanzar en el conocimiento de los diferentes ecosistemas y especies presentes en los territorios, en conjunto con la comunidad.
- Desde ya, hacemos un llamado a toda la comunidad herpetológica a estar atentos a la situación de la central del río Elicura y trabajar en pro de la defensa de los anfibios de este “hot spot” de los anfibios de Chile.
Edgardo Flores
Presidente de Nahuelbuta Natural
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