Cayucupil. Hasta un par de años atrás la localidad de Cayucupil, no era más que un hermoso valle, sin embargo, con el paso de los años esta situación ha ido cambiando, cada día aumenta la población, y con ello nacen los acostumbrados problemas de lugares poblados, como las escasas posibilidades de trabajo o los problemas de viviendas.
PROBLEMAS
En el caso particular de este villorrio ubicado a 14 kilómetros al oriente de Cañete, los problemas de mayor urgencia son la alta cesantía existente en el sector y la falta de inmuebles para aquellas familias que lo hacen en condición de allegados. En la actualidad, su población supera ampliamente las 3.000 personas, lo que agrava la situación de las personas que no tienen donde vivir.
ALLEGADOS
En Cayucupil existen tres comités que agrupan a 77 familias que viven como allegados o simplemente deben pasar gran parte de su vida arrendando. “Lo peor de todo es que ni siquiera tenemos donde construir, nos falta lo más importante… un terreno”, explica Karen Concha, presidenta del Comité de Allegados “Villa Esperanza”.
La idea de este comité es reunir 4 millones de pesos para comprar un terreno y luego postular, las 37 familias, a un subsidio habitacional. “Llevamos varios años trabajando, haciendo beneficios para reunir el dinero, no hemos recibido mucha ayuda, pero creemos y tenemos la confianza de que lo vamos a lograr”, sostiene la dirigente.
DURA REALIDAD
Cosa igual ocurre con el Comité de Allegados “El Valle”, compuesto por 18 familias. “La mayoría no tenemos donde vivir y más encima el número de integrantes de las familias aumenta… no tener casa o un terreno es un gran problema y lo peor de todo, es que para acceder algún subsidio necesitamos de un predio donde construir… si a ello le agregamos que no contamos con dinero, porque la gran mayoría no tiene trabajo, el problema es mucho mayor”, manifiesta Héctor Sanhueza, dirigente Comité “El Valle”.
A juicio de Sanhueza esta problemática necesita de una pronta solución y más preocupación de las autoridades. “Lo más difícil es acceder a subsidios. Considero que las autoridades debieran considerar a la gente que vive en los sectores rurales”, dice. Opinión coincidente es la que tienen las 22 familias que componen el Comité Nuevo Amanecer.
En este contexto el presidente de la Junta de Vecinos de la Villa Cayucupil, Aladino Alarcón, indicó que la mayor preocupación se centra en la falta de viviendas para las familias que viven como allegados y que se acrecienta con la carencia de trabajos en la zona. “Salvo los cupos ofrecidos por la empresa que construye el camino que une esta localidad con Cañete, no existe otra oferta laboral para la gente que está cesante… aquí la mayoría vive de la agricultura, pero la de subsistencia, la que sólo alcanza para alimentarse… así es que imagínese”.
PROBLEMAS
En el caso particular de este villorrio ubicado a 14 kilómetros al oriente de Cañete, los problemas de mayor urgencia son la alta cesantía existente en el sector y la falta de inmuebles para aquellas familias que lo hacen en condición de allegados. En la actualidad, su población supera ampliamente las 3.000 personas, lo que agrava la situación de las personas que no tienen donde vivir.
ALLEGADOS
En Cayucupil existen tres comités que agrupan a 77 familias que viven como allegados o simplemente deben pasar gran parte de su vida arrendando. “Lo peor de todo es que ni siquiera tenemos donde construir, nos falta lo más importante… un terreno”, explica Karen Concha, presidenta del Comité de Allegados “Villa Esperanza”.
La idea de este comité es reunir 4 millones de pesos para comprar un terreno y luego postular, las 37 familias, a un subsidio habitacional. “Llevamos varios años trabajando, haciendo beneficios para reunir el dinero, no hemos recibido mucha ayuda, pero creemos y tenemos la confianza de que lo vamos a lograr”, sostiene la dirigente.
DURA REALIDAD
Cosa igual ocurre con el Comité de Allegados “El Valle”, compuesto por 18 familias. “La mayoría no tenemos donde vivir y más encima el número de integrantes de las familias aumenta… no tener casa o un terreno es un gran problema y lo peor de todo, es que para acceder algún subsidio necesitamos de un predio donde construir… si a ello le agregamos que no contamos con dinero, porque la gran mayoría no tiene trabajo, el problema es mucho mayor”, manifiesta Héctor Sanhueza, dirigente Comité “El Valle”.
A juicio de Sanhueza esta problemática necesita de una pronta solución y más preocupación de las autoridades. “Lo más difícil es acceder a subsidios. Considero que las autoridades debieran considerar a la gente que vive en los sectores rurales”, dice. Opinión coincidente es la que tienen las 22 familias que componen el Comité Nuevo Amanecer.
En este contexto el presidente de la Junta de Vecinos de la Villa Cayucupil, Aladino Alarcón, indicó que la mayor preocupación se centra en la falta de viviendas para las familias que viven como allegados y que se acrecienta con la carencia de trabajos en la zona. “Salvo los cupos ofrecidos por la empresa que construye el camino que une esta localidad con Cañete, no existe otra oferta laboral para la gente que está cesante… aquí la mayoría vive de la agricultura, pero la de subsistencia, la que sólo alcanza para alimentarse… así es que imagínese”.
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