En razón del ramo Cultura y lengua mapuche II, estudiantes de antropología y sociología viajaron desde Concepción a la hermosa villa de Cayucupil, ubicada a unos 13 kilómetros al este de Cañete.
Buscando ampliar la experiencia necesaria para el futuro desarrollo laboral que como profesionales tendremos que realizar y, además, el conocimiento de la realidad social de nuestro país, y dentro de los márgenes que el ramo exigía – esto es, realizar un trabajo empírico, en terreno, descriptivo y analítico, en papel, sobre o en relación con alguna(s) comunidad(es) mapuche – decidimos avocarnos a la búsqueda y descripción de la relación que se establece entre comunidades mapuches y la llamada modernidad, entendida como un momento histórico y como un proceso que resulta ‘del advenimiento del capitalismo, su desarrollo y conflictos subyacentes’ (Barahona, 2007, p. 215) entre otros procesos similares relacionados con este sistema económico principalmente, pero que también es un sistema que se relaciona con lo social, lo político y, además, con lo étnico.
En este sentido, lo primero que se necesitaba realizar era crear vínculos con personas de comunidades mapuche, lo que realizamos satisfactoriamente, y gracias a la gentileza de personas como don Aladino Alarcón y don Roberto Almendras. Claro, no hubiese sido posible sin la gentileza de los cayucupilanos Fabián y don Marco Valenzuela, todos los que fueron en extremo dispuestos a ayudarnos en esta tarea.
El trabajo recién comienza. Las discusiones teóricas, reflexivas. El leer libros y textos que nos ayuden a entender lo que superficialmente vimos, ya que fueron apenas 1 día y medio de ‘estar allí’. Esperando que no sólo nos sirva a nosotros sino también a la misma villa de Cayucupil.
Luciano, Wladimir, Violeta, Pavel, César y Ricardo.
En este sentido, lo primero que se necesitaba realizar era crear vínculos con personas de comunidades mapuche, lo que realizamos satisfactoriamente, y gracias a la gentileza de personas como don Aladino Alarcón y don Roberto Almendras. Claro, no hubiese sido posible sin la gentileza de los cayucupilanos Fabián y don Marco Valenzuela, todos los que fueron en extremo dispuestos a ayudarnos en esta tarea.
El trabajo recién comienza. Las discusiones teóricas, reflexivas. El leer libros y textos que nos ayuden a entender lo que superficialmente vimos, ya que fueron apenas 1 día y medio de ‘estar allí’. Esperando que no sólo nos sirva a nosotros sino también a la misma villa de Cayucupil.
Luciano, Wladimir, Violeta, Pavel, César y Ricardo.
Por: Ricardo Maldonado
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