Ubicado dentro de la “Hacienda Caicupil” se encontraba una pequeña extensión de terreno (2.500 cuadras) perteneciente a Francisco Méndez Urrejola. En su testamento de 1888, donde indica la entrega de 500 cuadras a Adelaida Contreras y otras 2.000 a la hija de esta, Luisa (nacida en 1886).
En 1908 la entrega del terreno todavía no fructificaba y había ciertos resquemores ante la negativa entrega. Al fallecer Don Francisco Méndez, el testamento adjudicó la “Hacienda Caicupil” a Elena Méndez (representada por su esposo) legando el trazo antes mencionado al oriente de esta subdivisión. Doña Adelaida Contreras muere y lega las 500 cuadras a Francisco Eduardo Méndez Contreras, pero no se hace la entrega definitiva con lo que se entabla una demanda al marido de Elena hecha por Aníbal Oyarzún, casado con Luisa Méndez.
Después de sucesivas negociaciones y acusaciones posteriores el Juzgado da razón a los demandantes el 26 de Octubre de 1912, quedando inscrito en 1926 ante el Conservador de Bienes Raíces de Cañete “El Descanso” a nombre de los hermanos (¿?) Luisa (2.000) y Eduardo (500). Pero ya en 1924 Eduardo vendió a Aníbal (esposo de Luisa) sus 500 cuadras.
En 1959 comienza la venta de parcelas en el lugar con renombrados compradores de la zona: Daniel Segundo Jana (170,9 hectáreas), Joaquín Ruiz Fernández (218,2 hectáreas), Eduardo y Joaquín Cartes Cárdenas (72,8 hectáreas), Emilio Arce Garrido y Blanca Sánchez Pérez (119,3 hectáreas), Daniel Riquelme (337,4 hectáreas), Orlando Delgado (72,6 hectáreas), Atilio Fuentes (Hijuela N°12), etc.
Fuentes:
- Archivos Notariales de Cañete desde 1876 hasta 1968.
- Cañete, Crónicas de Cinco Siglos (2002), Clímaco Hermosilla Silva.
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